Ofrecer un servicio WiFi para clientes no tiene que ser un problema para los establecimientos que han decidido mejorar la experiencia a los usuarios.

Una red con todas las garantías de un buen servicio requiere de un análisis previo y de la implantación más adecuada de todo lo necesario para su correcto funcionamiento; Instalación de puntos de accesos y antenas, Switches, cableado, etc.

El diseño de la red WiFi ha de estar dimensionado acorde al servicio que se quiere ofrecer y las áreas a cubrir.

Para poder garantizar el mejor servicio y tener un control total sobre la red WiFi, es fundamental disponer de la herramienta de gestión de redes WiFi.PRO.

Sin red WiFi
o inadecuada

El establecimiento no tiene red WiFi, o es inoperativa.
En cualquier caso no es reutilizable.

Solución:
Una nueva red

  • Realizar un proyecto desde cero
  • Instalar una nueva red
  • Implantar WiFi.PRO

Con red WiFi
pero mejorable

El establecimiento dispone de red WiFi, pero con problemas de cobertura, líneas insuficiente, conexión, etc.

Solución:
Mejorar red existente

  • Analizar la red existente
  • Realizar proyecto de ampliación
  • Ampliar/mejorar la red
  • Implantar WiFi.PRO

Funcionando
correctamente

La red ofrece cobertura adecuada y no presenta incidencias, cumple con normativas y es segura.
.

Solución:
Gestionar la Red

  • Analizar la red existente
  • Implantar WiFi.PRO

En cualquier área de negocio, e independientemente del estado de la red, la solución pasa por disponer de WiFi.PRO para monitorizar en tiempo real toda la red, analizando los dispositivos de toda la red, los terminales de los usuarios, gestionando los anchos de banda, generando informes, y comunicando con los usuarios gracias al conjunto de herramientas de WiFi Marketing, comportándose de forma proactiva, detectando incidencias de forma anticipada, y reduciendo el impacto que pudiera afectar a la experiencia final del usuario.

WiFi.PRO es una Plataforma que gestiona todo tipo de redes WiFi, integrándose con cualquier tipo de hardware del mercado, y permitiendo la convivencia entre multitud de dispositivos y tecnologías. El usuario requiere estar “siempre conectado”, y eso requiere un control real y permanente de la red.